Buenos Aires, 18 de julio de 2022.
El 23 de julio se conmemora en todo el mundo el Día de las Fisuras Labio – Alveolo – Palatinas (FLAP), más conocido como “labio leporino y hendidura del paladar”. Se trata de uno de los defectos congénitos más frecuentes en los recién nacidos y se presenta cuando las estructuras faciales no se cierran por completo en la etapa intrauterina, generando orificios o hendiduras en la zona del labio superior y/o en el paladar. Cada 3 minutos un niño con esta afección llega al mundo y en Argentina alrededor de 1000 al año. A los tratamientos convencionales, hoy se suma la administración de células madre del cordón umbilical con resultados alentadores.
“En línea con el incremento de investigaciones y estudios que alientan el uso terapéutico de las células madre del cordón umbilical, crece el interés por la guarda y criopreservación de las mismas. Muchas de las familias que llegan a nuestra institución, lo hacen luego de que los obstetras les comentan acerca de los potenciales beneficios para la salud del niño por nacer. También están quienes lo hacen, justamente, en el marco de un diagnóstico de labio leporino, también recomendados por los profesionales de la salud de confianza”, dijo el Dr. Claudio Dufour director médico de BioCells Argentina, banco líder en la guarda de células madre en el país.
Respecto del origen de esta afección, no se sabe con exactitud porqué puede presentarse, pero se cree que podría responder a una interacción de factores genéticos y ambientales. Si bien no puede prevenirse, el inicio del tratamiento precoz permite mejorar la calidad de vida de los niños. En este sentido, el diagnóstico intrauterino ofrece dos grandes ventajas:
Los padres reciben orientación y acompañamiento antes de la llegada del bebé lo cual incide en una mejor predisposición para iniciar el tratamiento una vez nacido y les da la posibilidad de elegir preservar las células madre del cordón umbilical para su posterior uso.
En Argentina y en el mundo ya existen casos de pacientes que han recibido células madre de su propio cordón umbilical como parte de sus cirugías regenerativas y los resultados obtenidos han sido muy buenos. Esto se debe principalmente a que este tipo de células, por su capacidad regenerativa pueden convertirse en tejidos y órganos, colaborando en la formación de huesos que permitan cerrar las hendiduras, lo cual evitaría la necesidad de exponerse luego a una posterior cirugía de injerto óseo.
“Tenemos casos de menores, cuyas células del cordón fueron guardadas en nuestra institución, que las han utilizado para la cirugía reparadora alcanzando resultados muy positivos. Sin dudas, el haber podido acceder al tratamiento marcará un antes y un después en la vida del pequeño y de sus padres”, destacó el especialista.
La evidencia científica respalda el uso terapéutico de las células madre en estos casos. De acuerdo a un artículo publicado en “The Journal of Craniofacial Surgery”, el uso de células madre del cordón umbilical como parte de una cirugía reconstructiva realizada a un bebé de pocos meses de edad dio muy buenos resultados en el crecimiento del nuevo hueso para cerrar la hendidura de la mandíbula superior, lo que evitaría una cirugía posterior de injerto óseo. Dichos resultados corresponden a una paciente que presentaba una hendidura alveolar que involucraba un área de hueso donde se encuentran los dientes. La paciente fue diagnosticada antes de nacer, lo que les permitió a los padres realizar el procedimiento de extracción de células madre inmediatamente después del alumbramiento.
A cargo del Dr. Botero del Hospital De San José de Bogotá, la paciente se sometió durante
los primeros meses de vida a un procedimiento de “conformación nasoalveolar” no quirúrgico para alinear los tejidos blandos de la mandíbula superior, para esto se usaron las células madre propias. El control posterior demostró la formación del nuevo hueso para cerrar el paladar hendido, lo que permitió una buena posición y apoyo par a la erupción normal de los dientes. En los controles por imágenes a los cinco años del paciente, se evidenció un buen grosor del hueso de la mandíbula superior en el área donde había estado la hendidura.
Por su parte, el estudio “Importance of Stem Cell Transplantation in Cleft Lip and Palate
Surgical Treatment Protocol” llevado a cabo en Brasil, en el que participaron 9 pacientes con labio leporino y paladar hendido que fueron operados y a quienes se les inyectó células madre de cordón umbilical y sangre de la placenta en el hueso y tejido blando durante la rinoqueiloplastia, evidenció una mejoría en la respuesta inflamatoria prolongada en el tiempo y no se observaron resultados adversos.
“Toda esta evidencia científica nos demuestra que las células madre permiten una mejora en la calidad de vida de estos pacientes. En los últimos años se ha avanzado mucho en el estudio de potenciales usos terapéuticos de las células madre del cordón umbilical, por eso entendemos que con el correr del tiempo y las aprobaciones pertinentes por parte de las organizaciones regulatorias de salud, comenzarán a utilizarse cada vez más para el tratamiento de patologías diversas como hoy sucede con el labio leporino, también para Trastorno de Espectro Autista y Parálisis Cerebral”, siendo estos dos últimos ejemplos ensayos avanzados a nivel de la Universidad de Duke, USA , protocolos que Argentina tiene capacidad técnica – profesional y científica de apoyo, por lo que resultaría de ayuda
relevante la opción de iniciar terapias celulares siguiendo estrictas normas internacionales”,
cerró Dufour.
Conocé la historia de Rafael, un nene de 2 años que nació con labio leporino y hendidura de paladar, y fue tratado con las células madre del cordón umbilical, almacenadas en BioCells.